El mobiliario de metal es algo más simple de mantener, siempre que sean de buena calidad y estuviesen pintados, en su primera capa, con un buen producto convertidor de óxidos.
Repasa el mueble de metal con un paño suave y apenas húmedo, para quitar el polvillo, y luego aplica brillametales o frota con un poco de crema dental, para luego limpiar con paños suaves y secos, dejándolos así radiantes y completamente limpios. Por último, haz su mantenimiento frotando con una gamuza o paño de algodón, y brillarán hasta la próxima limpieza.